El principio de esta historia comenzaba allá por septiembre del año 2014 y como todos los cuentos ya ha llegado el final. Una historia que me ha hecho crecer una vez más como maestra y, por supuesto, como persona.
Sólo puedo daros las gracias por cada uno de los momentos que hemos pasado juntos y agradeceros la confianza que habéis depositado en mí en la educación de vuestr@s hijos. Gracias por vuestra dedicación, implicación y colaboración. Día a día me he sentido respaldada no sólo en clase con mis niñ@s, sino también fuera de ella con vosotros, los padres y madres, que me ayudáis en esta difícil labor de "enseñar y educar".
Cada vez que tengo que depedirme de un grupo de alumnos aparecen la nostalgia y el recuerdo de mis días en el colegio. Imagino cómo cambiarán sus vidas y todo lo que les espera de aquí en adelante. Así que sólo me queda desearos a cada uno de vosotros mucha suerte en esta nueva etapa que se presenta a partir de ahora y deciros que mi clase siempre estará abierta cada vez que me necesitéis.
Un abrazo muy fuerte,
La seño Ana
No hay comentarios:
Publicar un comentario